Para resistir el agua salada y las salpicaduras, la carcasa está fabricada en policarbonato resistente a la corrosión y a los impactos, con un revestimiento de goma exterior que ofrece protección contra caídas e impactos, además de un agarre antideslizante en condiciones de frío o humedad. Los tubos ópticos están rellenos de nitrógeno para un rendimiento antivaho, especialmente al moverse entre variaciones extremas de temperatura. Son sumergibles hasta 1 metro (3,3 pies) durante un máximo de 5 minutos, y si se caen al agua, incluyen una correa flotante de alta visibilidad para el cuello, para que puedas sacarlos del agua a tiempo.